Desde muy antiguo hay una pugna entre Lisboa y Oporto. Dicen que esta ciudad tiene un cierto aire británico, desde que se asentaron aquí los comerciantes de vino ingleses. Se dice que Lisboa gasta, Coimbra estudia, Braga reza y Oporto trabaja.
Su centro histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sus cuestas son importantes, y uno no se da cuenta hasta que comienza a subirlas, en algunos momentos hay que darse un respiro y tomar aliento.