El Monumento a los Descubrimientos (en portugués: 'Monumento aos Descobrimentos'), popularmente conocido como Padrão dos Descobrimentos, es un monumento construido en 1960, en la margen del río Tajo, en Belém, Lisboa, para conmemorar los 500 años de la muerte de Enrique el Navegante.
Fue encargado por el régimen de Salazar, tiene 52 metros de altura y celebra a los marineros, patrones reales y todos los que participaron en el desarrollo de la Era de los Descubrimientos. Los autores de la obra fueron el arquitecto José Ângelo Cottinelli Telmo y el escultor Leopoldo de Almeida.